La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores.
No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.
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