si se me enfria la taza de te de vainilla es porque repare demasiado mirando el sol por la ventana, o porque mis ojos en el espejo encontraron otro par de ojos un poco agenos a mi cara... o porque esa cancion que sonaba justo en ese instante en el que el te estaba para tomarse me llevo a imaginarme una situacion irrelevante e imposible de llevar a cabo fuera de mi cabeza, y divagando por mil y un dialogos y situaciones abstractas el tiempo dio otra vuelta, y el te quieto no supo mantener su calor.
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