Habia exprimido tantas medias naranjas que un día - ademas de preguntarme porque - me intente convencer de que la idea no era exprimirlas, que quiza el asunto del verdadero sabor no tenia que ver con hacer y despues encontrar el vacio... las cascaras.
Despues de un tiempo entendi que el vacio que quedaba era peor al vacio que habia antes, que las cascaras parecian sus caretas escondiendo algo que no era, y sobre todo que para conseguir lo que buscaba no me bastaba ver, conocer y hacer con una media naranja, sino que necesitaba una entera.

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