Que un día se te caiga la careta, por el peso de la piedra...
y te des cuenta, que abajo - solo para darle una ubicación - 
hay carne, hay latido, hay sangre, que enternece.
Que a pesar del vértigo se puede subir, 
que sin frenos no se puede bajar, no sin lastimarse.
y te acuerdes de quienes te lucharon las malas,
de quienes te costearon las buenas.
Que una noche, por lo menos, dejes de doler.
Pero sin lastimar no serias vos.

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