Volvía a casa, a mi casa, que bien debería llamar hogar, con todo lo que eso incluye. La sensación era de volver a vos. A las calles de siempre, de acá o de allá  porque ya asumo los dos lugares como hogar; los mandados, los abrazos, caminar de la mano una y mil veces las mismas cuadras, llegar a verte en bicicleta.
Pero sabia que esta vez, como tantas, yo llegaba y vos no ibas a estar. De todas maneras te sentía mas cerca, no de distancia, sino de tiempo. En cuestión de días nuestro destino es vernos, y mas.
El calor del asfalto, los negocios cerrados, las calles desiertas, bastante silencio, todo eso se transformaba en nostalgia y ansiedad. La sensación era de volver a vos.