Su gran empecinamiento por destruir cada buen sentimiento que tenia hacia el, su necesidad de generar tanto dolor, solo era la cobardia de temerle al despues, a la duda, a que lo sigan amando a pesar de todo. Su gran miedo era querer volver y encontrar la puerta cerrada, asi que la cerro el y se mando a mudar, pero se olvido la parte mas importante: el que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen.
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