La musica fue tan pura
que despejo el cielo,
arriba en la terraza
el viento traia risa
Alla, mas abajo
se encontraba armonia.
Un perro habia cantado
y la gente tomaba cerveza,
pero en una sala inmaculada
las almas bailaban solas.
Abajo, al costado,
la habitacion de las luces,
incandecentes, titilantes,
jugaban a dejarnos a oscuras,
bailaban la musica del sueño.
Prende, apaga,
primero lento,
despues mas rapido,
hasta parece que se mueven.
La coreografia de las luces
azules titilantes
me atrapa...
y el unico sillon-cama
tambien.
Un sueño.

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